La utilización de drones en el ámbito de la inspección industrial cobra cada vez más fuerza. Se trata de una tecnología que permite detectar incidencias y asegurar un correcto mantenimiento de las instalaciones, con ventajas añadidas, como el ahorro de costes y el incremento de la seguridad de los trabajadores.
La inspección mediante estos sistemas aéreos pilotados de forma remota se aplica a diferentes campos, ya sean instalaciones eléctricas, aerogeneradores, instalaciones de gas, redes de agua, líneas ferroviarias o torres de electricidad, entre otros. Pero, ¿qué son los drones? ¿cómo han evolucionado? ¿cómo funcionan?
Drones, una estrategia militar aplicada al ámbito civil
Como otras tecnologías de uso habitual hoy en día, la de las aeronaves no tripuladas (más conocidas como drones) tiene su origen en el ámbito militar. Y aunque nos parezca un invento de hace unos años, en realidad tenemos que remontarnos unos cuantos años para conocer sus inicios.
Concretamente, en 1916 el ingeniero e inventor inglés Archibald Low presentó un proyecto de un avión no tripulado y controlado por radio, aunque fueron los estadounidenses quienes se adelantaron esta carrera tecnológica, comenzando a producir en masa el primer dron a reacción en 1951.
El destino principal de estos drones fue, como decíamos, el ámbito militar. En 1971, Israel se convirtió en el primero Estado en disponer un escuadrón operativo de drones dentro de sus fuerzas militares.
Tenemos que esperar hasta 1990 para que otro país, en este caso Japón, comience a utilizar los drones con una aplicación civil: el monitoreo de los campos agrícolas.
Su utilización en esos dos ámbitos, militar y civil, ha hecho que los modelos se desarrollen y evolucionen, de modo que cada vez tienen más aplicaciones prácticas, entre ellas la inspección en el sector industrial.
¿Cómo funciona un dron?
Simplificando un poco, un dron se compone de tres partes principales: un chasis, un sistema de propulsión y un controlador de vuelo. El chasis es, digamos, el esqueleto del aparato y tiene diferentes diseños, dependiendo de cada fabricante. Los materiales de este chasis van desde el plástico al aluminio, pasando por la fibra de carbono.
En cuanto al sistema de propulsión, está compuesto por motores, denominados rotores, además de hélices, controladores de velocidad y baterías.
Por último, el controlador de vuelo sirve para establecer una comunicación entre el aparato y quien lo pilota, y es un circuito integrado con un microprocesador, sensores, etc.
A su vez, la tecnología permite instalar cámaras de grabación, todo tipo de sensores, así como software específico orientado a los diferentes usos que se le vayan a dar.
Utilización de drones en la inspección
Así, la utilización de drones en la inspección ofrece numerosas ventajas. En primer lugar, permite alcanzar zonas de difícil acceso en diferentes instalaciones, permitiendo que el trabajo de los inspectores sea mucho más seguro. Además, la rapidez en la recuperación de imágenes y datos supone un ahorro de tiempo y también de costes a las empresas, logrando una gran eficiencia en los procesos.
Hoy en día, los drones están dotados de cámaras de alta definición, sistemas de visión e inteligencia artificial y diferentes sensores que permiten, como decíamos al principio, llevar a cabo inspecciones en instalaciones industriales de todo tipo, como plantas de aerogeneración, áreas de residuos industriales, grandes infraestructuras de obra civil, instalaciones eléctricas, etc.
Por ejemplo, uno de los campos donde más se está aplicando esta tecnología es en la inspección de líneas de alta tensión, debido a los riesgos que supone trabajar en zonas de alto voltaje. Instalaciones como las centrales eléctricas, subestaciones o centros de transformación precisan un seguimiento estricto y controlado por el alto nivel de peligro que conllevan. Lo mismo ocurre con las líneas aéreas de alta tensión, que deben respetar las condiciones de seguridad, medioambientales y de funcionalidad exigidas por la legislación vigente. La inspección de todas ellas es de obligado cumplimiento y los drones pueden suponer una alternativa más segura a los métodos tradicionales.
Todos esos datos e imágenes recogidas mediante drones son analizados, posteriormente, por ingenieros especialistas, como los de INGEIN, para determinar el comportamiento de los sistemas y garantizar que todos ellos cumplen con las condiciones óptimas de seguridad para su funcionamiento.